Tu necesidad de improvisar no es nueva, pero hoy, más que ayer, se ha convertido en una ventaja para quienes la tienen desarrollada.
Te toca improvisar cuando pasa algo que no te esperas, cuando tienes que decir algo que no has tenido tiempo para preparar, cuando hay un cambio de plan, cuando te toca tomar decisiones con poca información…
Básicamente, hoy, vives en un estado de improvisación permanente.
Y es que improvisar tiene que ver con tu habilidad para reaccionar en tiempo real ante estímulos externos.
Y ser capaz de hacer conexiones ágiles que te ayuden a resolver la situación en el momento
Si entrenas tu capacidad de improvisar, entrenas tu capacidad de crear, resolver y pivotar.